Adiós a Feyerabend

'Adiós a Feyerabend' es un poema inédito de Martha Mega.

junio 11, 2025

Por Martha Mega

1.

me quise rendir, Paul

hace año y medio la lluvia

insistió en nosotros

por última vez

yo me ofrecí

pero este mundo

[la canción que no volveré a cantar
el aire que calentaron nuestros cuerpos

este libro
mi testimonio sobre alguien que no eres
todo lo que animábamos y se ha quedado

sin nosotros]

este mundo

no aceptó mi cobardía

2.

se me permitió entrar en pánico

como quien entra en silencio

a una catedral

deslizando un dedo sobre el mármol

bajo el costillar cetáceo

de su pausa

de su cúpula

antes de hacerme salir

con los brazos en alto

para entregarme al sol

y su emboscada

3.

la nieve es una forma del silencio

lo afirma Garro (1958)

lo confirma Zurita (1999)

(“…la nieve se come al ruido.

…el hielo vive de silencio”)

mientras se derrite una certeza anterior

podemos concluir

que el final

como el principio

será un gran estrépito

debería comenzar por el inicio:

en el principio ya era el fin

tan hermoso que parecía artificial

4.

antes antes muy antes […]

ya éramos tú y yo[1]

en el principio teníamos plaga de dinosaurios

no existían los juegos de palabras

y algunos hombres me amaban de manera

sólo perceptible en microscopio

papá se fue de casa

y varias encarnaciones de ti

murieron atrapadas en los cables de luz

había muchas menos canciones

la atmósfera no estaba repleta de azufre

no teníamos estos atardeceres exquisitos

sin embargo[2]

5.

hemos llevado a la extinción

también

a uno de los tiempos verbales

suben las aguas y el pasado

es incapaz de refrenar su codicia

ya no

no cuando está a punto

de ganar la partida

6.

un poema es un portal

hacia la persona que era cuando lo escribí

regreso a tu nombre

como alimento para el invierno

te recuerdo desnudo como el cielo de antes

como imagino a Feyerabend

[de modo que un hombre desnudo es así]

cuando me acuesto contigo

Feyerabend por fin puede hacer el amor

aquí ninguna y todas las balas[3]

perforaron su espalda

Feyerabend y tú se alejan de mí

pero su existencia no se debilita

se convierte simplemente en una existencia

que se aleja

como una nave hacia otro mundo

7.

la Feyerabend 2 es amplia y fría[4]

una catedral de Lo Que Se Tragó El Mar

no hay arriba ni abajo en el espacio

dicen

pero no estamos como para abandonar

más certezas ahora mismo

arriba va la Feyerabend 2

atravesando capas de azufre

rumbo a la nueva colonia

abajo permanecemos

hay algo tras las oscuras cortinas sulfurosas

que los sometidos por la gravedad ya no veremos

atraídos como estamos hacia abajo

hacia todo lo que estuvo vivo

la gravedad es una línea recta al pasado

la Feyerabend 2 escapa a donde el futuro

todavía sea un animal adquirible

en el catálogo de Sidney[5]

8.

Paul, estos pueden ser los últimos días

he dejado de menstruar

como a la gente nos gustan

las cosas inútiles[6]

hice una lista de lo que ya no veré

[para darle un toque de humor

te dejé fuera]

un poema es un portal

hacia la persona que eras cuando lo escribí

donde el tiempo se muerde la cola

y los hoyos negros vomitan

universos semideglutidos

¿me espera tu cuerpo?

[quién dice[7]

que no volveremos a ser peces

cuando suban los mares]

el día que pronuncie tu nombre

para que vuelvas por mí

desde la tierra

y nuestras partículas estén juntas de nuevo

sin memoria

con toda nuestra historia

a cuestas

ese día te llamaré

[Paul] un nombre [cualquiera]

a modo de marcha fúnebre

o nupcial

el algoritmo construirá toda una ciudad

para oírme hablar de ti[8]

Martha Mega (Ciudad de México,  1991). Es escritora y artista multidisciplinaria argenmex; explora los cruces entre la literatura, el teatro, la música y las artes visuales. Da talleres de poesía, literatura en escena e investigación artística. Divide su tiempo entre México y Argentina; en ambos países se encuentran publicados sus libros de poemas Vergüenza y Casa de Citas.

[1] Chumacero, Alí. Poema de amorosa raíz. 1940.

[2] Al preguntarle al inventor del término “calentamiento global”, Wallace Smith Broecker, sobre las consecuencias adversas de inyectar dióxido de azufre a la atmósfera para amortiguar el efecto invernadero, el oceanógrafo respondió: “el cielo dejaría de ser azul, pero nuestros atardeceres serían de una belleza exquisita”.

[3] Feyerabend formó parte del ejército alemán durante la II Guerra Mundial. Su carrera militar terminó cuando fue herido en el frente a la edad de 20 años. Las lesiones le provocarían impotencia sexual y otras discapacidades que acarrearía hasta el fin de sus días.

[4] La nave que le precedió, la Feyerabend 1, construida en un esfuerzo internacional para evacuar a parte de la población humana hacia una colonia espacial, fue robada antes de su lanzamiento oficial. Se desconoce su paradero.

[5] Dick, Phillip K. Do Androids Dream of Electric Sheep?. 1968.

[6] Palacios Ocaña, Iván. Cosas inútiles. 2018.

[7] ¿quién?

[8] “He pronunciado tu nombre […]

y el espejismo ha construido toda una ciudad

para oírme hablar de ti”.

Anónimo, Cantos de los Oasis de Hoggar.

Imagen: Joerg Mangelsen, Historic WWII Bunker on Løkken Beach
| Pexels.

Compartir:

Artículos Relacionados

Usamos cookies para mejorar tu experiencia y personalizar contenido. Al continuar, aceptas su uso. Más detalles en nuestra Política de Cookies.